Novak Djokovic, a sus 38 años, se prepara para un formidable desafío en las semifinales del US Open este viernes, donde enfrentará a un representante de la nueva generación que domina el tenis mundial actualmente. Han pasado dos años desde su último título de Grand Slam, un periodo que para el serbio debe parecer una eternidad, considerando que 2023 fue su primera temporada sin conquistar al menos uno de los grandes torneos desde 2017.

Djokovic ha sido claro en que, a esta altura de su carrera, los grandes trofeos de los cuatro torneos más importantes son su única prioridad. En los otros tres majors de este año, quedó eliminado en semifinales, dos de ellos tras sufrir lesiones: abandonando el Abierto de Australia por un desgarro en el tendón y claramente limitado en Wimbledon por una lesión muscular en la ingle.

Ahora, tras clasificarse para su semifinal número 53 en torneos de Grand Slam y la decimocuarta en el US Open al derrotar a Taylor Fritz en cuatro sets, Djokovic enfrenta un camino complicado. Su próximo rival será Carlos Alcaraz, número 2 del mundo y de solo 22 años. Si logra superar ese obstáculo, podría enfrentarse el domingo al número 1, Jannik Sinner, de 23 años.

"No va a ser más fácil, eso te lo puedo asegurar", comentó Djokovic con una sonrisa irónica. "Voy a intentar ir día a día. Realmente cuidar mi cuerpo. Intentar relajarme y recuperarme. Los próximos días son clave para poner mi cuerpo en forma y listo para batallar cinco sets, si es necesario".

El serbio mantiene un récord favorable de 5-3 en enfrentamientos contra Alcaraz, quien ya ha ganado cinco títulos de Grand Slam. El español ha sido excepcionalmente dominante en el último año y medio, sin perder un solo set en este torneo y acumulando seis títulos con un récord de 59-6 esta temporada. Desde abril, su balance es aún más impresionante: 43-2.

"Realmente quiero venganza", afirmó Alcaraz, refiriéndose a sus recientes derrotas contra Djokovic en los cuartos de final del Abierto de Australia y en la final por la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de París.

Djokovic es consciente del dominio reciente de Alcaraz y Sinner. "No necesitamos gastar palabras sobre ellos dos. Sabemos que son los dos mejores jugadores del mundo", reconoció, añadiendo: "Todos probablemente están esperando y anticipando una final entre ellos dos. Voy a intentar arruinar los planes de la mayoría de la gente. Definitivamente no voy a salir a la cancha con una bandera blanca".